LA IMAGEN REFULGENTE. UN MANIFIESTO QUE ILUMINA.

MONICA VAN ASPEREN (UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES)

MARTIN BOLAÑOS (UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES)


 

 

 

Estoy proponiendo esto como parte de volver a trabajar el distanciamiento y espacios entre, cerrar los ojos, silenciar, cambiar de país.

 

Como diría Martín Buber en su escrito Between Man and a Man, encontramos la descripción del encuentro con el símbolo y la pregunta sobre como representarnos la forma de un yo y la necesidad de distanciar nuestra mismidad para alcanzar ese sujeto sentido, transferencia a este tránsito de vernos en un relato ficcional.

 

El artista contemporáneo desplaza su espacio a poéticas en tránsito, articulando modos de ver.

 

En estos relatos estudiamos la obra Óculo de Marcela Astorga y la gramática del silencio en las fotos intervenidas de Nuna Mangiante, donde se niega la posibilidad de deseo mediante planos negros de grafito, que construyen a pelo y contrapelo el espacio interno de la obra.

 

Postulamos:

La imagen, su duración, su vibración.

 

Duración:

 

Contemplar es dejar flotar las imágenes latentes en el campo mental como un abrir y cerrar los ojos. Podría decirse que eso ocurre en el impacto grabado en la percepción donde se crean experiencias significativas que permiten aquietar el deseo y comprender la profundidad del símbolo. O bien disparar vínculos internos. Interiorizar es parte del trabajo de contemplar y distanciar la palabra y luego volver a ver la imagen.

 

Deseo, símbolo y construcción de imagen van de la mano. En el lugar de la latencia, la imagen adquiere un nuevo sentido: la sonoridad de la imagen, una vibración en la duración en la vida de la imagen, lo vital de lo que convoca, como resonancia de la memoria que cobra vida.

 

Estos vínculos parecen asomar en la obra de Marcela Astorga Óculos, donde restos de arquitectura y tubos rellenos de correas son condensaciones poéticas de represión violencia y cuerpo salvaje. Marcela pasa una temporada en una residencia donde empieza una reflexión sobre lo que perfora y amanece en un baño de luz casi religioso, una luz espesa entre escombros. La ruina y la construcción interna entre pasado y futuro permiten sentir la “violencia subcutánea” en la cuidad dormida, cañería moderna de acero inoxidable y pasado frágil entre tientos y pelos.  La imagen y la palabra son parte de los mismos iconos que inician un camino donde la mente recorre el retorno hacia el centro del alivio de la violencia. La luz y el polvo. El polvo como parte del contorno de la ruina. Esta experiencia de construir en perforaciones de luz no es una imagen nueva, sino parte de otras imágenes precedentes: bombardeos, guerras etc. Pero en la suma de la obra, da un anclaje fotográfico a una caja negra, revela un espacio de anunciamiento. 

 

En algunos artistas la obra está situada para un contexto y en otros desplazada en sensaciones corpóreas no descifrables y disruptivas. La imagen contemporánea no relata, sino que está encriptada en la suma de otras imágenes

De manera parecida el campo onírico en el arte adquiere un espacio de tránsito en y sobre las imágenes. Desplazamiento de lugar y el abrir y cerrar los ojos de una contemplación como saber de la imagen. Encontramos un espacio performativo abierto a la ausencia de sentido y creamos una lectura corporal y no de la razón. Intuición y duración en una sabiduría de la imagen.

 

El desplazamiento entre palabra e imagen y la idea de cámara oscura, me devuelven a la experiencia, una residencia de artistas llamada Demoliciòn Construcción, situada en las sierras de Córdoba, donde los formatos y los dispositivos que acompañan a los residentes son disparadores de imágenes que operan lo corporal y testimonian en tiempo real.

 

La imagen creada remueve capas en la idea de anunciación sobre el cuerpo del dolor. Un cuerpo de obra con tensiones y tejidos de correas, amarres, escombros y bolsas.

 

Describiremos a continuación la obra de otros artistas y escenas de inmersión en la fabricación de imagen, trances y repeticiones de acciones en el tiempo, como un acto fijo de dormir en la escena, o bien permanecer tirado como un muerto. Provocar el recuerdo y repetir la imagen del abismo del “muertito” o el sueño en una performance del Grupo Fosa.

 

La importancia de dormir radica en poner un rito en nuestra vida antes de ensayar la muerte y dejarse ir. Perder el control es muy común en los saberes ancestrales conservar la última imagen y llevar un cuaderno de sueños esto crea nuevos sueños vividos y opera en la corporeización de los deseos y eventos como posibles destinos. A tal punto que precipita imágenes colectivas.

 

Mircea Eleade dice que un objeto o un acto no es real más que en la medida en que repite o imita un arquetipo.  Así la realidad se adquiere exclusivamente por repetición o participación. Esta frase refuerza la idea de duración de una imagen y su condensación simbólica, por ejemplo, los trabajos ya mencionados de Nuna Mangiante en la entrada al Banco Nación, sobre la negación del deseo, y en la aparición en sueños de los lunares en las manos como marca del ocultamiento del destino en mis Caminatas, junto a las Madres de Trata.

 

Mircea Eliade afirma también que el arquetipo es algo que se acumula como imagen. No tiene un modelo ejemplar, está desprovisto de sentido, carece de realidad.

 

Óculo aparece en la relación del círculo con el espacio como amanecer, lunar o disparo, vínculo del cuerpo de la marca en la mano de las Caminatas contra la trata y El ocultamiento del destino en mi propia obra.

 

 

 

El ocultamiento del destino, 2010, banco Itaú. Foto performativa de Mònica van Asperen. Imagen tratada y recortada digitalmente.

 

Antes de unirme al colectivo Madres de Trata, soñé que las sombras se replegaban en los cuerpos. Y que nacían lunares en las manos ocultado el destino. Vislumbre el tatuaje como parte de la naturaleza y al poco tiempo me encontré con el crítico de arte George Didi Huberman en una charla y él me dijo que el consultaba la borra de café todos los días en su vida y anunciaba el carácter premonitorio de la muestra como acontecimiento que iba a signar el relato.  Le conté que mis sueños tenían que ver los femicidios y las desapariciones y que una anomalía se repetía en las manos, lunares y ocultamiento del destino. Lo imprevisible del alcance de la imagen creó una sanación en el torrente sanguíneo de mi madre y sus cataratas desaparecieron.

 

 

 

 

Video de Nuna Mangiante, 2001

http://elgranotro.com/objetos-negados/

 

 

 

Casi diría que el lugar entre es este tránsito entre operación y gramática. La imagen en estado de latencia es capaz de volcarse en el sueño, quizás sea lo más poético en la idea de precipicio y recupero del cuerpo. Dormir es un acto artístico.

Resolver el destino en el silencio del cuerpo tirado un lugar indeterminado.

 

Como dijimos las imágenes no son sin aquellas que las preceden. De hecho, los lunares y las lunas nos mueven internamente en momentos especiales de nuestra vida femenina y emocional. Las marcaciones de lunas lumínicas en edificios clásicos y ruinas de Astorga también signan anunciamientos y muertes. En mi caso son sueños premonitorios en mi práctica consciente de hacer vivido un sueño.

 

 

 

 

 

Óculo 3 (2009), video de Marcela Astorga, 100 x 70 cm

https://www.youtube.com/watch?v=n2cyucU6QD0

 

 

 

Dormir como símbolo en la vigilia crea una imagen testigo de los hechos reales. En el film «Moodloop», realizado con Nicolás Guagnini y Karin Schneider, el artista Kacero yace como si estuviera muerto o dormido (como «el muertito», para decirlo en sus propios términos), en distintos sitios de la Plaza de Mayo y sus alrededores. Las figuras vacías que dejan los homicidios y los siluetazos, Las denuncias del grupo Fosa mediante personas durmientes en supermercados, interfiriendo la monotonía del transeúnte.

 

En mi caso, dormir es parte de un viaje a zonas inexploradas de la imagen y la manera de vivir el Ser y la garantía de la continuidad… Los ritos de los niños antes de irse a dormir, el tacto de una vieja manta, un juguete, la voz.

 

Dormir otorga a la escena diurna un doble tiempo el que encierra el durmiente y del tránsito de los vivos, también es una doble denuncia de parar la escena de la acción.

 

 

 

 

 

Soñar, provocar la imagen y permitirle su amable acto disciplinado de contemplar. Actos que crean una distancia en la percepción. Escribir sobre imágenes y su resurgir en las palabras da pautas internas al hilo conductor. La duración de las imágenes y el retorno de las respuestas en otras imágenes en el borde real- inconsciente inciden en los procesos de tránsitos y su relación con la apropiación de la corporeidad y el yo. Se podría decir que para ser un ser dinámico y sano deberíamos convocar imágenes que permanezcan ancladas como testigos junto a nuestra mente en blanco. Pautas de creación, encuentros azares, sortilegios. Imagen, intensidad, transportarse, elevación son parte de una propiedad extrahumana para crear conocimiento y sobrecogerse.

 

Lleva un tiempo de aprendizaje entender la imagen como señal del camino o destino. Recuerdo un viaje a India donde trabaje el textil y la meditación-textil; allí me enseñaron sobre los abhasas-vada, (palabra que significa un manifiesto que ilumina), la imagen que aparece es reveladora en el dialogo, es decir: que todo en la vida es una fulguración de la realidad; en ese sentido comenzar un camino de meras imágenes entre sí es vital, orgánica y luminosa y abarca todo; eso se encuentra contenido en la creación en estado fulgurante e informe.

 

Las imágenes-objeto nacen una de otra, en el caso la deriva de la obra de estos artistas están, inclusive, ocultos en estado latente.

 

Las imágenes que nos interpelan (y nos hacen durar como cultura en las artes) son objetos replegados en espacios poéticos que los contienen. Nosotros los llamamos procedimientos poéticos. Relatos ficcionales dentro de espacios condensados. Para eso recurrimos a repeticiones, modos de ensueño y sincronías.

 

De estas obras y estas artistas nacieron las siguientes relaciones encadenadas: expandir la imagen. dialogar con ella como parte de la movilización del cuerpo en una imagen; la lectura y la palabra involucrando la emoción. La contemplación y el silencio.

 

También aparece la idea de continuo como fluido y de encontrar en un caminar la imagen “des-limitada a una oposición rígida” (Byungchul Han). La imagen como pregunta y el tiempo intermedio donde la imagen descansa en entre pálpitos de certezas sin desarrollar símbolo. “El agua no es ni fuerte ni débil, ni húmeda ni seca, ni está en movimiento ni es tranquila, ni fría o caliente, ni existente ni no existente, no es engaño ni iluminación”, dice el filósofo.

 

Sería un ver antes de la separación de sujeto y objeto; la cosa se ve a sí misma tanto como es en sí misma. Los procedimientos de vaciarse y preguntar son parte de maneras de encuentro con la imagen y de su latencia en el tiempo. La imagen logra volver al observador parte del cuerpo de la imagen-objeto. Hay rio, ser acuoso. En ese sentido nos acercamos al concepto de Martìn Bolaños en la creación de espejos entre objetos sin metáfora. El tiempo de una caminata es vacío y permite la indiferencia necesaria para entrar en distintas materialidades del objeto. 

 

La mirada latente es parte de la detención de la imagen en el espacio mental sin respuesta o critica: sólo un observador que practica el encuentro o respuesta.

Soy contemplativa del sonido entre imagen e intuición; es decir dejo los objetos visuales en un rio mental que se denomina imagen latente, la imagen es una guía en el camino hacia una relación poética.

 

El ensoñar y las premoniciones dentro de las poéticas son importantes en nuestras vidas, sobre todo de muy pequeños. La práctica de dar valor a las imágenes debería enseñarse dándole lugar de ente en movimiento.

 

El retorno desde el vació como respuestas en otras imágenes encadenadas y una dentro de otras, incidiendo en procesos de tránsitos poéticos y la relación con la apropiación en la experiencia diaria de la corporeidad y el yo entre sujeto y objeto.

 

Imagen, intensidad, transportarse, elevación, son parte de una propiedad extrahumana para crear conocimiento y sobrecogerse, la magia para volver porosa la vida y vital y salir del tiempo mecánico del capital.

“Soñar es un estado emocional importante más que vivir despiertos, realizamos conexiones en los sueños a veces metafóricas. Dormir y abrir y cerrar los ojos es un rito necesario en el proceso de transformación de la vida. Dormir, transitar sin pensar, caminar, cambiar de ámbito en inmersiones de residencia del dormir que promuevan imágenes, aislados, es un proceso del ensueño hay vértigo en el proceso terror a dejar el control”[1].



[1]Siri Hustvedt, Vivir, pensar, mirar. Anagrama, Barcelona 2013.

Pupitres, de Nuna Mangiante

Bibliografía:

 

Angel Vassallo, Bergson- Una introducción, Editoria Cuadrata, Buenos Aires, 2011.

 

Vilem Flusser, El universo de las imágenes técnicas, elogio de la superficialidad. Caja negra, Buenos Aires, 2015.

 

Sri Hustvedt, Vivir, pensar, mirar. Anagrama, Barcelona2013.

 

Swami Shantananda, Pegg iBendet, The Splendor of recognition. India, 2012.

 

Byung Chul Han, Filosofía del Budismo Zen. Buenos Aires, 2015

 

Mircea Eliade, Tratado de la historia de las religiones, Madrid, Instituto de estudios actuales, 1954,

 

Michell Chion, El sonido, música cine y literatura, Paidos, Barcelona, 1998.

 

George Didi-Huberman, s, Falenas. Ensayos sobre la aparición 2, Shangrila, Santander, 2015.

 

http://oneironauticum.com/event-reports/

https://demolicionconstruccion.com/casa-de-la-calle-12-de-octubre-433-2008-2009/proceso/m-astorga/

 

El ocultamiento del destino, 2010, banco Itaú. Foto performativa de Mònica van Asperen. Imagen tratada y recortada digitalmente.

Lleva un tiempo de aprendizaje entender la imagen como señal del camino o destino. Recuerdo un viaje a India donde trabaje el textil y la meditación-textil; allí me enseñaron sobre los abhasas-vada, (palabra que significa un manifiesto que ilumina), la imagen que aparece es reveladora en el dialogo, es decir: que todo en la vida es una fulguración de la realidad; en ese sentido comenzar un camino de meras imágenes entre sí es vital, orgánica y luminosa y abarca todo; eso se encuentra contenido en la creación en estado fulgurante e informe.

MONICA VAN ASPEREN

Óculo 3 (2009), fotografía de Marcela Astorga, 100 x 70 cm

Nuna Mangiante, Objetos Negados

Fotograma del video «Moodloop», realizado por Nicolás Guagnini y Karin Schneider 

Obra de Nuna Mangiante, ocultamiento del deseo mediante trazos de grafito

Resumen

Esta indagacion explora un itinerario de experiencias personales en torno a la producción de imágenes, entendidas estas como reflejos y su movimiento. Afirmamos que la imagen -en tanto camino iniciático- propone rutas que conectan la realidad, su producción consciente y su oscilación en el espacio latente. Imagen y palabra, espacios y distanciamientos en zonas de mismidad, de retornos y de inmersión. Nos movemos como nadadores entre rastros y memorias.  En este itinerario recorremos zonas donde los artistas precipitan sensaciones al espectador, como sueños vívidos: Al cambiar en el consciente nuestras premisas y patrones estos se extienden hacia el mundo del inconsciente, y por lo tanto al de los sueños. La idea de reflejo del trabajo interno que está en proceso de evolución para un cambio significativo es parte de poder distanciarnos y proyectarnos.

Tomando como horizonte una circulación intercultural de sentidos asociados a las imágenes, el valor de estas últimas abrirá portales de experiencias reales y vinculares de niveles insólitos en la creación de futuros y participación, con lo cual este universo controlado y matérico empieza a desplazarse hacia estados de sustancia onírica creativa.

Se transitan senderos impredecibles que ponen en cuestión las teorías clásicas respecto de la “representación” y habilitan, en cambio, reflexiones sobre los efectos que imágenes e imaginarios tienen en nuestras vidas a través de la latencia, el síntoma, el retorno y la transformación. 

Nuestro itinerario articula ideas de George Didi-Huberman, Henry Bergson o Byung Chul Han, con saberes tradicionales de India y sus posturas meditativas, y tiempos en laboratorios del ensueño y en experiencias de la autora en meditación.

 

Palabras-clave: Imágenes, Síntoma, interculturalidad, contemplación en el auto reflejo y mismidad, memoria, sueño, latencia, arte, experiencia real.