Este trabajo es una investigación y experimentación poética sobre la búsqueda de atrapar lo efímero: un instante. Se enfoca en el anhelo de experimentar el presente por medio de la poética de la contemplación. En el contexto de modernidad líquida, que Zygmunt Bauman describe como una sociedad marcada por la incertidumbre y la prisa, este proyecto propone detenerse. Explora la metáfora de capturar el instante a través de la acción de sostener, encapsular agua y sol. Profundiza en el concepto de ensoñación, explicado por la filosofía de Gastón Bachelard, un proceso de imaginación activa y conexión que ocurre al contemplar la materia, en este caso, esculturas de vidrio que hacen de puente entre el agua y el sol. Según esta filosofía, el instante es una experiencia de ensueño, donde el tiempo está detenido y se agudiza la percepción. De esta manera, la obra investiga cómo detenerse a contemplar puede provocar ensueños y así modificar la percepción interna del tiempo.