Concebirnos como seres resonantes que formamos parte indisoluble de un entramado vibrante que se va generando y transformando a cada instante, es otra salida para imaginar mundos/futuros posibles. Inmersos en la creación sonora colectiva en la que coparticipan el agua, los árboles, las piedras, los hongos, bacterias, espíritus y demás seres, podemos reconocernos desde otros lugares/no lugares y dimensiones. Nuestra capacidad de escuchar-nos, escuchar al otro y otres, e imaginar cómo escuchan o vibran otros seres, va ensamblando un colectivo afectivo y simbólico que amplía el registro de construcción de pensamiento y quehacer político.

Introducción

Frente a un mundo escindido por la guerra, el consumo predador del capitalismo, el autoritarismo, la voraz extinción medioambiental y la continua violencia contra los cuerpos humanos y no humanos, en su obra Contar es Escuchar, por medio de un lenguaje lúdico, metafórico y contestatario, Úrsula K. Le Guin (2017) nos invita a escuchar leyendo, a ensoñar viviendo y a retomar el ejercicio de la imaginación para re-descubrir otra “realidad”, otros caminos, otros por-venires. A partir de esta invitación desarrollaré algunas ideas en torno a la lectura de esta y otres autores que dialogan y problematizan en torno al ser, el ser como sujeto y como verbo, el que es, el que fue y el del futuro, el real y el ideal.

COMUNICACIÓN ACÚSTICA INTER-ESPECIES

De acuerdo con Estévez (2027), el tejido de saberes aurales multiespecies conforma un acervo epistémico para concebir o pensar mundos desde otras percepciones. Nos alejan de la visión antropocéntrica y nos confrontan a considerar otros cuerpos que involucran a los seres vivos y no vivos, los hongos, las bacterias, los pulpos, los terremotos, las piedras…

¿Qué dirán el viento al silbar, el agua que corre y escurre, las piedras rodando por la colina? ¿Qué relatos efímeros manifiesta el fuego con el crujir de sus chispas y el fragor de sus llamas? ¿Y las estrellas?...

RE-PRESENTACIONES DEL POR-VENIR


¿Cómo imaginar fugas y futuros posibles?

SoMaTeCaS

El concepto de somateca empleado por Preciado (2020), invita concebir los cuerpos como archivos vivos, que llevan/llevamos en sí/nosotros mismos las huellas de su historia, recuerdos, sensaciones, sonoridades.

La artista Martina M. Yáñez, desarrolló la instalación “Esclerocronofonias bivalvas” a partir de la pregunta: ¿Qué podría imaginar una almeja sobre el discurso de la historia antrópica?

Sus cuerpos son existencias cámbricas, que han sobrevivido a las extinciones masivas y revoluciones socioculturales planetarias, y que, en sus conchas, han calcificado los cambios ecomarítimos desde hace 40 millones de años. Así, estos registros sonoros albergados en seres no humanos nos invitan a reflexionar respecto a la multiplicidad de historias que habitan en los cuerpos, en los archivos somáticos que nos vinculan en un continuo entramado de voces y sensaciones.

CONSIDERACIONES NO-FINALES:

-Pensar/reflexionar/posicionarnos en imaginar otras-representaciones del por-venir se vuelve en sí mismo una metodología para buscar “estrategias de fuga”.

-Nos exhorta a pensar esos no lugares liminales como lugares potenciales de otras formas de pensar/sentir.

-Nos obliga a mover los cercos no solo de los territorios, sino de las ideas.

-Nos plantea la posibilidad del silencio (en toda la extensión del término) como detonante de revolución.

-Nos invita a ensoñar otras lógicas de sensibilidad y autodeterminación.

-Nos dirige a buscar salidas como decisión de esperanza.

-Nos desorienta para encontrar nuevas direcciones de hacer/que-hacer/re-hacer y nos recuerda la importancia del imaginar utópico para seguir transitando este vivir en aras de un buen morir.

VÍNCULOS Y ENTRAMADOS ENSAMBLADORES

La voz

Pensemos en nuestra voz, esa que se oculta del exterior, esa que se resguarda de la precariedad humana, la que huye de los estatutos, la que en ocasiones debe susurrar para sobrevivir y en otras ocasiones, lanza gritos desesperados que atraviesan las paredes como lanzas. La voz busca salidas y encuentra puertas al mundo a través del lenguaje, lenguaje de palabras, pero también del cuerpo, de gestos, vibraciones y sueños. Para que la voz encuentre caminos necesita ser escuchada, atendida, observada.

¿Cómo concebir otras formas de ser, habitar y relacionarnos? Donna Haraway (2016) propone el concepto, Chutlucene que engloba el pasado, presente y por venir, desde donde se nos invita a considerar nuevas temporalidades y espacialidades en las cuales, las entidades humanas y no humanas podemos formar ensamblajes y asociaciones multi-especies para reconstruir refugios.

Su frase make kin, ¡not babies!” convoca a buscar otras maneras de vincularnos re entendiendo la idea de parentesco no desde el antropocentrismo, sino en un sentido profundo como palabra ensambladora que considera a todas las especies en unidad.

Latour (2014), “se trata de considerar los ensamblajes heterogéneos de los colectivos que habitamos; hay que re-definir los roles de científicos, tecnólogos, políticos, ciudadanos, artistas y pensar la democracia para un mundo heterogéneo, incierto y cambiante”. Invitando así a todas las áreas epistemológicas a re-situarse en la transversalidad, pensando más bien desde los bordes y no desde trincheras excluyentes.

Mi voz es la voz de mis ancestras, es mía y de ellas también. Sus susurros hacen eco en mi piel. Guardo sus secretos, anhelos, temores y corajes a los que su tiempo no les permitió encontrar escape. Quizás me toque a mí contar sus historias, o al menos los retazos que he recuperado entre cartas, anécdotas y omisiones, porque muchas veces las palabras más importantes son las que no se pueden decir, a las que se les niega la salida.

 

¿A dónde se van las historias que nunca se cuentan?

El cuerpo, le cuerpe, las cuerpas
La historia que nos comparte Paul Preciado (2020) en Yo soy el monstruo que os habla, es otro camino, ella encontró su fuga intermitente desanclando su cuerpo de la lógica binaria, mutando su ser para eludir las categorías creadas por el monstruo de la academia del
psicoanálisis que busca encasillar y oprimir les cuerpes y mentes. Así, cada quien va-mos buscando lugares, oportunidades o medios de fuga.

aLGUNAS rEFERENCIAS:


Ahsan, H. (2023). Tímidos radicales. La política antisistémica del militante introvertido. Caja negra.
Barad, K (2023). Tocando al extrañx interior. Cactus.
Bardet M. (2019) “Hacer mundos con gestos”, en El cultivo de los gestos: entre plantas, animales y humanos / André-georges Haudricourt. Cactus.
Bieletto-Bueno, N. (2023). Las artes sonoras en el entendimiento completo de la escucha. Tsonami Ediciones. https://tsonamiediciones.cl/entendimiento_complejo_de_la_escucha/
Estévez, M. (2017). Suena el capitalismo en el corazón de la selva. Aural, (3), 10-15.
Haraway, D. (2016). Staying with the trouble: making kin in the Chthulucene. Duke University Press.
K. Le Guin, U. (2017) Contar es escuchar. Círculo de Tiza.
Latour, B. (2014), Agency at the Time of the Anthropocene, New Literary History, 45 (1), 1-18.
Preciado, P. (2020). Yo soy el monstruo que os habla: Informe para una academia de psicoanalistas. Anagrama.

En el libro “Hacer mundos con gestos”, Marie Bardet (2019) comparte una perspectiva ecosomática la cual se contrapone a modelo de cuerpo en el que se hace distinción entre cuerpo y mente. Hoy día las prácticas somáticas fomentan concebir e inventar diferentes relaciones entre humanos y no humanos para generar estrategias de resistencia a las prácticas comerciales capitalistas y extractivistas.

Lo sonoro, el silencio y la política
A partir de provocaciones como la obra 4:33’ de Cage, se evidenció que el silencio no existe más que como una idea opuesta a la vivencia vibratoria del propio cuerpo, la obra en cuestión abrió la conceptualización del fenómeno aural a la noción de que escuchamos no sólo con el oído, sino que hay una implicación corpo-sintiente en el proceso. Como lo menciona Barad (2023, p.19), desde una perspectiva cuántica, “el vacío es un silencio parlante: una cacofonía callada de diferentes frecuencias, tonos, tempos…hilvanados a través del silencio, listos para hacer erupción…”.

https://www.youtube.com/watch?v=TOgrWX5_dS4

Los eventos que llevan al ensimismamiento durante un performance sonoro (u otras prácticas artísticas) producen esa desorientación que permite explorar una noción no lineal de la temporalidad y percibir el espacio a partir de las vibraciones que rebotan en las superficies hasta volver a tu ser, como un eco que re-suena una y otra vez atravesando los cuerpos vivos y artificiales, dejando su huella sonora en cada recoveco.

Desde la primera persona

La participación de prácticas sonoras me ha permitido experimentar las vibraciones de mi propio cuerpo en resonancia y concordancia con otros cuerpes. Ya sea empleando diferentes idiomas, o simplemente produciendo sílabas, sonidos guturales, percusión corporal u otros objetos sonoros. Considero así, que la vibración colectiva es una experiencia fuerte e instintivamente ensambladora.