agua como mecanismo fenoménico bañera

tiempo y sosiego mesa camilla/ patio interior

aromas vernáculos cocina

confort y protección chimenea pasiva

/frente a la posibilidad de que mis primos o cualquier otra persona que fuera a casa de mis abuelos en mi ausencia pudiera cogerme los juguetes, me agencié el hueco ‘residual’ que quedaba bajo el sofá: nadie miraba ahí nunca. así es como este mueble albergaba mi guarida secreta, mi pequeño cuarto de juegos dentro de lo que —aparentemente— se reconocía como un salón/

/una de las cuestiones que más me interesan en el desarrollo de este trabajo es cómo la arquitectura, a partir de sus fallos constructivos o de diseño (el goteo de un grifo obstruido por las partículas del agua), o simplemente mediante un uso no normativo, da lugar a situaciones que difieren según la persona que haga uso de ello. Este es el caso del hueco para evacuación de agua de mi balcón, cuya medida de 25x25 cm era suficiente para crear una puerta a una nueva colección de juguetes: la de mi vecino. Esta pequeña apertura que para el resto de mi familia pasaba desapercibida, para mí suponía una vía para comunicarme con un amigo, de mi misma edad, y jugar a través del muro en las aburridas tardes de verano/

· A ·

luz y sombra. juego de luces y contraluces

· D ·

planos. movimiento

· G ·

nocturnidad. patrón de ondas

/este pequeño patio, de no más de 4 metros cuadrados, cobraba un especial interés los días de lluvia, pues frecuentemente se encharcaba dando lugar a una delgada lámania de agua. Esta era capaz de capturar todo aquello cuanto sucedía en ese instante: marcaba sobre sí cada una de las gotas que caían en el patio (cuando no llovía mucho, claro), mecía las hojas de las plantas que habían caído al pavimento, capturaba y reflejaba el recorrido del sol. Esta lámina se tornaba un mecanismo o una herramienta para aprehender los fenómenos que tenían lugar en el patio/

/una de las situaciones más frecuentes en casa de mis abuelos era dormir la siesta por las tardes o, en el caso que haber ido por la mañana temprano en vacaciones de verano, dormir una pequeña siesta matutina. Siempre y cada una de las veces que me disponía a dormir, se daba una situación inmutable: mi abuela colocaba dos sillas frente al sofá a modo de muralla protectora; sin importar lo mayor que yo me creyera, ella construía un refugio tras el cual debía sentirme muy a gusto rodeado de infinidad de cojines, pues dormía largas siestas/

*.

4.

Resumen_

/entendida más allá del ámbito meramente espacial, la arquitectura constituye uno de los planos fundamentales de la identidad humana. Las experiencias y recuerdos que configuran nuestro relato personal se ven condicionados por el entorno, que se convierte, así, en una pieza más de quiénes somos y cómo nos construimos en relación con el espacio que nos rodea. Este Trabajo Fin de Máster explora la construcción o búsqueda de la permanencia de la memoria a través de un ejercicio proyectual de introspección. Por ello, este supone un paso más en la lógica de un proceso de investigación y exploración personal iniciado, un año atrás, con el Trabajo Fin de Grado, “Elements of Therapeutic Architecture. Taller SWAIP”. El trabajo comienza con un ejercicio introspectivo, íntimo e individual de acceso a nuestra memoria. Una memoria cuyo depositario es el propio cuerpo, que restituye el recuerdo por impresiones registradas en sus músculos, en su piel, o en sus sentidos. Aparece en ella la arquitectura como medio —tangible e intangible— que alberga el propio acto del recuerdo, lo genera o lo potencia, media sobre este en situaciones tan banales como el goteo constante de un grifo averiado, flojo pero audible; este sonido puede magnificarse, distorsionarse e intensificarse en nuestro archivo de recuerdos, mediado por la imaginación, hasta resonar líricamente como un eco que mide el paso del tiempo. Encontramos así en nuestra memoria claves interpretativas que nos guían en una búsqueda de lo primario. Estos recuerdos suponen el germen para la creación de una exposición material en la cual el autor exterioriza y plasma gráficamente la experiencia vivida. Finalmente, es a partir de la síntesis deliberada de dichos recuerdos en esencias, cuando se realiza el ejercicio proyectual propositivo: el desarrollo de una arquitectura que trata de alejarse de la experiencia vivida y media con la experiencia proyectada. La experiencia individual se torna colectiva. El objetivo del trabajo no reside en una práctica meramente compositiva, sino que pone su foco de atención en la exploración de una experiencia arquitectónica primaria o esencial. De este modo, surge un modelo arquitectónico que refleja un espacio mental sustancial y primitivo, compuesto por fragmentos de nuestra memoria. De esta forma aparece la relación sujeto-objeto, de modo que sin el primero, el segundo carece de sentido alguno. Una arquitectura a priori carente de ubicación, aunque ubicable. Un lugar en el que subyace el interés por explorar las condiciones espaciales capaces de rememorar la esencia de un recuerdo, sus cualidades, y la arquitectura de su habitar/

Habitar la arquitectura: hogar, prótesis e identidad_

Entendida más allá del ámbito meramente espacial, la arquitectura constituye uno de los planos fundamentales de la identidad humana. Las experiencias y recuerdos que configuran nuestro relato personal se ven condicionados por el entorno, que se convierte, así, en una pieza más de quiénes somos y cómo nos construimos en relación con el espacio que nos rodea.


En 1951, Martin Heidegger pronunció su célebre conferencia “Bauen Wohnen Denken”, que sentó las bases para un cambio de paradigma en la aproximación al concepto de habitar. Desde la filosofía, Heidegger invitaba a repensar el espacio físico como resultado de la esencia ontológica del hombre, no solo como un medio que refleja el progreso científico en sus creaciones técnicas y artísticas. Para Heidegger, el ser humano no edifica para habitar, sino que construye porque previamente habita, en tanto que su entorno inmediato es siempre una prolongación de sí mismo. De esta manera, se establece un lazo invariablemente bidireccional entre el espacio y el ser: el hombre edifica según es, y en sus espacios se construye también a sí mismo.


Esta concepción del vínculo entre la identidad y el espacio habitado influyó notablemente —y continúa haciéndolo— en otras teorías posteriores planteadas desde diferentes disciplinas, incluida la arquitectura. En este ámbito, la relación entre las construcciones y el ser planteadas por Heidegger se reflejan en la obra de Juhani Pallasmaa, quien en Habitar (2018) postula un desdoblamiento del propio término. Para este autor, habitar abarca dos dimensiones: una primera relativa a la edificación como continente, como cáscara en términos bachelardianos, y una segunda que se revela en el concepto de hogar, entendido este como la forma en que el espacio se aprehende junto con las experiencias, recuerdos y ritos asociados a él. Así, en conjunto, habitar se convierte en el fruto de la reciprocidad entre el habitante y el habitáculo, o, en línea con el pensamiento heideggeriano, en una extensión del ser.


Además de en la arquitectura, esta visión se retoma en campos del saber tradicionalmente más enfocados al estudio del individuo en relación con el entorno, y no al revés. Desde la antropología, Roger Bartra postula un modelo basado en la autoconciencia que surge a partir del medio exterior, tanto cultural como físico. En el artículo “El exocerebro: una hipótesis sobre la conciencia” (2005), Bartra encuentra en el entorno una suerte de prótesis que influye en la construcción de la identidad y la complementa. Tomando como referente la industria biomédica, explica que ciertos sistemas externos pueden emplearse como sustitución sensorial para personas con determinadas discapacidades, puesto que la plasticidad neuronal permite construir en el entorno lo que el autor denomina un “exocerebro”. De esta manera, el espacio circundante proporciona una prótesis que ofrece múltiples posibilidades desde diferentes perspectivas.


En este sentido, los postulados de Pallasmaa y Bartra ilustran una aproximación al entorno y el espacio que permite entender la arquitectura más allá del plano funcional y físico, como una disciplina que se aleja del positivismo tecnocientífico y el formalismo del movimiento moderno. Por tanto, contemplar las ideas de ambos autores en relación con el pensamiento de Heidegger se revela necesario porque, en conjunto, reflejan la bidireccionalidad planteada por este en sus dos sentidos: el del espacio a partir del habitante y el habitante a partir del espacio.

Una arquitectura que tenga en cuenta ambas visiones permite dejar atrás concepciones de la construcción como fría, tangible y aislada, con un significado cerrado por sí misma. Como resultado, pensar la arquitectura desde la relación entre el espacio y la identidad, desde el hogar y la prótesis, no solo responde a una necesidad de superar las nociones modernas del ser estático e impermeable, sino que amplía el horizonte de las respuestas que la arquitectura puede ofrecer a la sociedad actual para mejorar la vida de los ciudadanos.


Puestos en común, los conceptos que Pallasmaa y Bartra plantean sobre el hogar, la prótesis y la identidad humana permiten trazar un vínculo entre el edificio y la memoria. Tomando estas nociones del espacio y su significado vivencial para el individuo, podemos considerar la arquitectura como una memoria artificial externa que actúa de refuerzo para las personas con Alzheimer, con el fin de proporcionarles una suerte de exocerebro que ayuda a recuperar el autorrelato y la autoconciencia dañados por la enfermedad.


En primer lugar, respecto al hogar, Pallasmaa dedica el capítulo inicial de Habitar a la relación entre el individuo y el espacio. Este apartado, titulado “Identidad, intimidad y domicilio”, se desarrolla en torno a la idea de la humanización del espacio, es decir, la necesidad de trascender las nociones físicas de la construcción. Su enfoque insta a aprehender la arquitectura desde una visión más próxima a disciplinas como la sociología y la psicología. Para Pallasmaa, la casa o vivienda es un mero significante, un contenedor, que necesita de la lectura de un habitante que pueda traducirla en hogar. Es el habitante, por tanto, quien porta la sustancia del hogar y le confiere experiencias, sentimientos, recuerdos e imágenes que lo hacen personal y único: lo transforman en parte del relato vital del individuo.


De esta forma, Pallasmaa define el hogar como un espacio difuso y complejo que no se produce espontáneamente tras la edificación, sino que posee una dimensión temporal y ritual, siempre ligada a un contexto concreto. Este proceso de construcción del hogar, por tanto, se desarrolla de manera gradual, ya que es el resultado de un proceso de adaptación, colonización y experimentación del entorno físico, climático y social del espacio. Pallasmaa insiste en que estas condiciones propician el sentimiento de arraigo, que resulta en el fin último de la vivienda para el autor: no responder solo a las necesidades físicas del habitante, sino también a las psicoafectivas e identitarias. Por este motivo, una vivienda no significa lo mismo para personas distintas, incluso aunque hayan convivido en ese lugar. Este plano personal e intransferible debe tenerse en cuenta a la hora de plantear la construcción como una herramienta de exocerebro para las personas con Alzheimer.


Por otro lado, para plantear el concepto de prótesis, Bartra parte de la premisa de que la conciencia se nutre del entorno, puesto que el individuo se reconoce dentro de un contexto determinado que completa la percepción que tiene de sí mismo. En consecuencia, el entorno actúa necesariamente como prótesis humana, como una prolongación del habitante más allá de su cuerpo. Bartra fundamenta en esta idea el éxito de ciertas intervenciones biomédicas que recurren a lo externo para sustituir o paliar disfunciones como la ceguera o la sordera, por las que sistemas como el braille o los audífonos, externos al cuerpo, completan las funciones que este no puede ejercer de manera autónoma. Para el autor, estas estrategias hacen un uso productivo de la relación del ser humano con el entorno, que invariablemente actúa como prótesis en mayor o menor medida.


Así, según Bartra, extrapolar este vínculo a otros campos y necesidades permite conceptualizar el espacio como una prótesis extrasomática desde la que afrontar nuevos retos médicos y sociales. En este sentido, como afirma el arquitecto y académico Santiago Quesada (2017), la vivienda —el hogar— puede entenderse como una prótesis cognitiva para el habitante. Tal aproximación se explica porque a través de ella es posible recrear y activar el autorrelato del individuo, que en el espacio arquitectónico y sus accesorios encuentra los estímulos para recuperar algunas dimensiones de la conciencia dañada por la enfermedad de Alzheimer. De esta manera, el escenario de la vivienda y su relación con la identidad del habitante facilitan considerar las posibilidades que ofrece pensar la arquitectura en estos términos, como una herramienta capaz de potenciar y evocar la memoria, y mejorar, así, las condiciones de vida de las personas que viven con Alzheimer.


Como resultado de los daños cognitivos causados por la enfermedad, la memoria semántica de estos habitantes ve interrumpido el nexo entre el contorno y el contexto, o entre el espacio y el recuerdo identitario. Por ello, hacer arquitectura desde las ideas de Pallasmaa y Bartra aquí contempladas podría servir para lograr un entorno que mantuviera o recreara esa conexión. De este modo, la disciplina arquitectónica supone un engranaje fundamental en el diseño del marco espacial sobre el cual se lleva a cabo la vida diaria de una persona que sufre una pérdida gradual de la memoria. Esta interacción con el medio, reforzada por los recursos compositivos y los avances tecnológicos, puede dar lugar a la arquitectura entendida como una memoria externa o exocerebro que, según Quesada (2017), “complementa sus carencias [del habitante], manteniendo, prolongando o adaptando su contacto vital con el medio”.


Este modo de entender la arquitectura supone una aproximación nueva y transversal sobre la manera de abordar el contexto físico de estos habitantes con demencia. Se trata de plantear procederes, modos de hacer arquitectura, a través de los que el sujeto llegue a conocer más, a sentir más y a interpretar de otra forma lo que queda fuera de sí. Como plantea Heidegger, y más tarde recogen Pallasmaa y Bartra, el ser humano habita lugares, y establece relaciones y experiencias con esos espacios que ha escogido para desarrollar su vida cotidiana. Cada individuo establece su propio modo de habitar y ninguno es igual a otro, puesto que no existen dos lugares iguales, ni dos personas iguales, y, por tanto, no pueden existir dos formas iguales de vivir en ellos. Es necesario para el desarrollo de la identidad de toda persona reconocer un territorio o lugar como propio. La noción de habitar trasciende, así, la categoría funcional que le otorgaba la modernidad para posicionarse como una necesidad mayúscula y existencial que constituye parte fundamental de la identidad humana.


Así, el escenario de la vivienda, el espacio doméstico donde desarrolla su vida diaria el habitante con problemas de memoria, se convierte en un lugar que debe ser capaz de satisfacer adecuadamente sus necesidades, así como las de sus familiares o cuidadores. En última instancia, este tipo de arquitectura se orienta a proporcionar autonomía al habitante y una calidad de vida adecuada —una vida vivible—, y no únicamente un habitáculo. Además, considerar a estas personas no solo al respecto de un conjunto de síntomas, sino como habitantes que se relacionan con un entorno físico adaptable, permite también adoptar una mirada no patologizadora que, en lugar de anular la identidad de estas personas, da cabida a otras formas de estar y habitar en un mundo cuya maleabilidad es también su mayor virtud.

01. {la memoria como base para la reconstrucción espacial de la casa de mis abuelos}

Análisis de la evolución o adaptación espacial de una vivienda que, debido a factores como la restructuración familiar, el cambio en las necesidades debido al proceso de envejecimiento de los habitantes o, en particular, el avance de una enfermedad como es la enfermedad de Alzheimer.


· Fase 1 ·

{ 1978 –  adaptación }

/debido a la emancipación de la hija mayor, el hermano pequeño se traslada de la habitación grande doble a la habitación pequeña, por lo que la habitación grande pasa a ser individual/


· Fase 2 ·

{ 1983 – desuso }

/debido a la emancipación de dos de los hijos, el tercero se traslada al dormitorio individual grande; por ello, el dormitorio pequeño es la primera estancia en quedar en desuso/


· Fase 3 ·

{ 1989 – desuso }

/el dormitorio grande individual, anteriormente el dormitorio doble, se queda en desuso a modo de cuarto trastero. una situación similar ocurre con el cuarto de baño superior, usado excepcionalmente durante la noche/


· Fase 4 ·

{ 2001 – adaptación }

/el garaje se adapta para albergar una sala de visitas en la entrada, de esta forma se genera una estancia de carácter semiprivado debido a las numerosas visitas que reciben de los vecinos. Se establece un nuevo límite entre el límite exterior e interior de la vivienda. ya no se dispone de coche/


· Fase 5 ·

{ 2016 – adaptación }

/la sala de visitas y de lectura se adapta para instalar el dormitorio principal debido a que es una estancia accesible (cota cero), se encuentra en fachada y facilita la tarea de cuidados, se encuentra junto al salón/


· Fase 6 ·

{ 2016 – desuso  }

/la primera planta queda completamente en desuso, así como las escaleras, debido a problemas de movilidad – accesibilidad/


· Fase 7 ·

{ 2016 – asistencia }

/se requiere de asistencia personal en tareas básicas como cocinar o aseo e higiene personal/


· Fase 8 ·

{  resultado  }

/se obtiene una vivienda de espacios concentrados, personales y personalizados. la vivienda se reduce a necesidades esenciales que, en gran instancia, se ven reflejadas en su mobiliario y elementos que configuran el propio espacio habitado, el hogar/

02. {archivo de recuerdos}

 /memoria y arquitectura/

/fruto de la necesidad de dibujar la casa de mis abuelos desde la experiencia personal, tal y como yo la había vivido y como yo la recordaba, surge un archivo de recuerdos que trata de ofrecer una relectura al análisis espacial de la vivienda. Siendo esta la misma vivienda, aparece ahora la condición de la memoria desde la subjetividad del recuerdo, de modo que quien describe la condición espacial y el contexto arquitectónico que se relata es el niño que habitó cada uno de sus rincones. No obstante, este segundo ejercicio no se centra únicamente en la interacción con la casa de mis abuelos, pues de se abre la posibilidad de recuperar más experiencias ligadas a una cualidad espacial concreta y que, de un modo u otro, han quedado registradas en mi archivo de recuerdos. De este modo, la directriz de trabajo nos lleva a recuperar la esencia de los recuerdos y sus sensaciones más primarias que acogen e intensifican la curiosidad del niño que los experimenta.  

En consecuencia, este es un ejercicio introspectivo, íntimo e individual de acceso a mi memoria. Una memoria cuyo depositario es el propio cuerpo, que restituye el recuerdo por impresiones registradas en sus músculos, en su piel, o en sus sentidos. Aparece en ella la arquitectura como medio —tangible e intangible— que alberga el propio acto del recuerdo, lo genera o lo potencia, media sobre este en situaciones tan banales como el goteo constante de un grifo averiado, flojo pero audible; este sonido puede magnificarse, distorsionarse e intensificarse en nuestro archivo de recuerdos, mediado por la imaginación, hasta resonar líricamente como un eco que mide el paso del tiempo. Como describiera el escritor francés Marcel Proust  (1871-1922)  en A la recherche du temps perdu, el olor de y sabor de una magdalena es capaz de devolver a todo aquel que la come a su más remota infancia. Encontramos así en nuestra memoria claves interpretativas que nos guían en una búsqueda de lo primario. Estos recuerdos suponen el germen para la creación de una exposición material en la cual se exterioriza y plasma gráficamente la experiencia vivida/

03. {modelo arquitectónico}


 

/ejercicio proyectual propositivo_ como resultado de la naturaleza experimental del proyecto, el proceso de diseño ha desarrollado una narrativa propia de acuerdo con los cambios que se han realizado en la parte proyectual de este. Esta línea evolutiva se ha fragmentado en cuatro estadios previos de diseño, una propuesta final de cuatro modelos arquitectónicos y, por último, la construcción y transformación de uno de estos modelos como último paso en la exploración de los condicionantes espaciales. Con ello, se trata de reflejar los distintos puntos de interés que han ido conformando la parte proyectual del trabajo, algunos desechados y otros integrados en la propuesta final, lo que manifiesta el carácter empírico de este, culminado con la materialización, a escala 1:1, de un modelo que más que cerrar el proceso de diseño, lo que pretende es abrir una nueva vía de exploración, a modo de laboratorio en el que trabajar con el entorno y su contexto como principales agentes.

fase 1_ partiendo de los recuerdos que aparecen en el archivo de gráfico de la memoria, se propone una reinterpretación espacial de ciertos espacios de casa de mis abuelos. De esta forma aparecen tres modelos arquitectónicos que tratan de recrear la condición espacial que quedó, de alguna forma, grabada en la memoria del niño que habitó dichos espacios. Se realiza así una reinterpretación de la mesa camilla, dispuesta ahora en el patio interior de la casa; del sofá, cuyo espacio inferior alberga el refugio fruto de la ensoñación de mi yo infantil; y, por último, un modelo de ventana como mecanismo de control del flujo de aromas, de la intimidad y de la incidencia de la luz, reflejada sobre una lámina de agua, en el interior del espacio.

fase 2_ la fase de diseño se centra en dos modelos. El primero de ellos se basa en el diseño paramétrico con el fin de establecer las dimensiones apropiadas para el diseño de un espacio con una apertura cenital capaz de capturar el recorrido solar [ref_James Turrell]. Para ello se diseñan distintos modelos geométricos en la herramienta grasshopper para calcular, según la variación de sus dimensiones, cómo va a incidir la luz del sol en el interior del espacio. El segundo modelo propuesto se basa en la rutina de subir todos los veranos a la azotea para ver las perseidas: esta consiste en subir el tramo de escaleras en espiral que separan mi casa de la terraza; mirar, voluntaria o involuntariamente, al único elemento con iluminación que se puede observar desde dicha azotea: el castillo de la Atalaya; y, finalmente, colocarme en una posición de modo que tenga un campo de visión despejado en la dirección noreste, enfocado a la constelación de Perseo. Para el diseño de este modelo, se recoge en Grasshopper las coordenadas y la altitud exacta a la que se encuentra el castillo, así como el recorrido que hace la constelación de Perseo entre los días 11 y 13 de agosto. De este modo, se diseña un espacio que no solo recompone la rutina seguida durante estas noches de verano, sino que potencia ambas situaciones: enmarca y descontextualiza el castillo, mediante un ‘tunel’ oscuro que se funde con el color del cielo de noche y resalta el castillo, intensamente iluminado; mediante un espacio debidamente orientado que encuadra el recorrido que realiza la constelación, este protege a la vista del espectador de la contaminación lumínica de la propia ciudad.

fase 3_  en la tercera fase de diseño se recuperan las partes elementales con las que se trabaja en la fase 1 y se integran en un único modelo: la mesa camilla como mecanismo espacial y temporal; la lámina de agua como elemento que captura y distorsiona la luz solar mediante los haces de luz reflejados en el interior del espacio; el jardín compuesto por plantas vernáculas, cuyo diseño potencia el flujo de aire con el aroma que desprenden las plantas; el espacio ‘escondido’ y protegido, como cobijo del niño. Por otro lado, se continúa con el desarrollo del modelo para la observación de la lluvia de meteoros.

fase 4_ en la cuarta fase de diseño se explorar con un diseño unificado e integrar todas las propuestas en un mismo modelo arquitectónico, de forma que este puede entenderse como un único elemento compuesto por distintos espacios que tratan de ofrecer una distinta forma de relación con el entorno.

04. propuesta_{reinterpretación del espacio arquitectónico}


 

reinterpretación de los elementos arquitectónicos_ finalmente, se proponen cuatro modelos arquitectónicos en los que subyace el interés por explorar las condiciones espaciales capaces de rememorar la esencia de un recuerdo, sus cualidades, y la arquitectura de su habitar. Con ello, se realiza un ejercicio en el que se busca explorar las claves interpretativas que nos llevan a repensar el diseño de los elementos arquitectónicos que conforman nuestro contexto cotidiano. Estos modelos tratan de mediar con una experiencia proyectada, lo que comienza como una experiencia individual y personal se torna en colectiva. El objetivo no reside en una práctica meramente compositiva, sino que pone su foco de atención en la exploración de la vivencia arquitectónica primaria o esencial. De este modo, surge un modelo arquitectónico que refleja un espacio mental sustancial y primitivo, compuesto por fragmentos de nuestra memoria. Aparece así la relación entre sujeto (la persona que experimenta) y objeto (el modelo arquitectónico), de modo que sin el primero, el segundo carece de sentido alguno/

{mesa camilla/ patio interior}

/se propone un espacio exterior, abierto, en consonancia con las características de un patio de vivienda. Este modelo está basado, principalmente, en aquellos recuerdos relacionados con la mesa camilla. En él, igual que sucediera en torno a la mesa, el tiempo gira alrededor del propio elemento: el sol penetra por el óculo central para recorrer sus paramentos interiores, dibujando su silueta a la par que marca el trascurrir del día, lento pero constante. De este modo, el recorrido solar no es perceptible de forma continua, sino que sus estadios dependen de la habilidad del espectador para apreciar su variación.

Asimismo, gracias al agudo ángulo que conforma su borde, el óculo central permite abstraer la imagen del cielo, acercándola y enmarcándola en una imagen bidimensional, lo que podría retrotraernos a la exposición de fotografías y postales que se colocaban sobre el tapete de ganchillo, protegidas bajo una lámina de vidrio.

[z.] /mesa camilla/ mesa [y.] /cobijo/ parasol: protege el espacio interior de la interperie  [x.] /tiempo/ recorrido solar: las dimensiones y porporción del espacio interior están calculadas /modelo paramétrico/ para acoger el recorrido solar, principalmente en los días cercanos a los equinocios/

[a.] envolvente - sistema de fachada. capa exterior: chapa pegaso de acero galvanizado de10mm de espesor y 1m de ancho, capa interior: muro de ladrilo cerámico macizo de 238x112x37mm anclado mediente perfil tubular metálico que atraviesa dos de sus tres perforaciones [b.] estructura: perfiles de acero de 100x100 mm y 5mm de espesor y travesaños de 80x40mm de acero y 50mm de espesor [c.] cúpula formada por 2600m de cuerda de papel de 6mm [d.] banco formado por 2300m de cuerda de papel de 6mm y perfil tubular de Ø40mm [e.] pavimento: ladrillo cerámico macizo de 238x112x37mm sobre base de mortero y relleno de juntas con arena fina de color [f.] mesa: cilindro telescópico regulado manualmente - sistema aplicado de towerlift usado para escenografía

 

[1.] /h3.85m/ eclipse - la mesa tapa la totalidad del óculo salvo un perímetro de 1cm [2.] /h0.75m/ posición regular de la mesa  [2.] /h0.50m/ altura de mesa para café 

{cocina}


/como tercer modelo arquitectónico se propone un espacio que conduce a la experiencia aromática que ofrecen plantas típicas del área mediterránea. El aroma de la lavanda, del romero y de la alhábega son los aromas que frecuentemente aparecen en los recuerdos de mi infancia. El diseño de este modelo se basa en potenciar la percepción de estos aromas gracias a un aumento de temperatura en la superficie de las plantas, de modo que este se mezcla con las partículas de humedad, intensificando su poder. Esto se debe al efecto de los rayos de sol que se reflejan en la lámina de agua e inciden sobre la vegetación. Asimismo, en la entrada se produce una compresión espacial que obliga a la persona que quiera entrar a tener que entrar agachado lo que, combinado con la apertura de la puerta /rotación vertical/, provoca que el flujo de aire se dirija hacia dicha persona. Este sistema de apertura y cierre de la puerta de acceso actúa como una válvula reguladora del flujo de aire. Es decir, cuando abrimos la puerta para entrar estamos cerrando —inconscientemente— la salida natural de la brisa; por ello, su recorrido natural modifica su curso y, así, salir por la puerta de acceso. De esta forma, cuando una persona se dispone a entrar —en posición semirreclinada debido a la altura de acceso— recibe la brisa que, previamente, ha recogido el aroma a lavanda. Así, la arquitectura, en su dimensión condicionante de la posición del cuerpo, actúa como mecanismo que potencia y alberga la fragancia de mi memoria: el aroma a lavanda./



[z.] rayos solares: inciden sobre la lámina de agua y se reflejan sobre la superficie vegetal [y.] /aroma vernáculo/ aroma vaporizado de lavanda: se desprende como conseciencia del aumento de la temperatura superficial de las plantas [x.] brisa natural: recoge y transporta el aroma a lavanda [w.] puerta de acceso: actúa como válvula direccional para el flujo de aire



[a.] envolvente: plancha de policarbonato blanco ondulado   [b.] estructura: perfiles de acero de 80x80mm y 5mm de espesor y travesaños de 80x40mm de acero y 50mm de espesor [c.] conos: chapa metálica [d.] pavimento:  tablaero hidrófugo de madera OSB 15mm [e.] vegetación:  salvia rosmarinus [romero], lavandula angustifolia [espliego, comunmente conocida como lavanda]

{bañera} 


/en el tercer modelo arquitectónico se trabaja con la búsqueda de una experiencia en la que el agua actúa como mecanismo de distorsión espacial. Para ello se propone un espacio de penumbra que, a modo de preparación, obliga a la retina del ojo a tener que adaptarse a este cambio de luz. Al final del corto recorrido en recodo, se encuentra una bañera en cuyo interior se dispone una apertura exterior que obliga a la luz a atravesar el volumen de agua, de forma que esta sufre una distorsión y entra en el interior en forma de reflejos.

Asimismo, este recorrido está acompañado por el sonido continuo de una gota de agua que golpea la superficie de la bañera por el efecto de la condensación que se da en la cara inferior de la cubierta, lo que genera una onda que entra en juego con la refracción de la luz. Esta condensación, generada para tal efecto, se produce por el efecto de contraste de temperatura entre el agua de la bañera, calentada por un colector solar, y la chapa/


[z.] separación entre el cerramiento vertical y la cubierta de 10mm, lo que acentúa el espacio de penumbra generando un perímetro superior de contraluz que acompaña en el recorrido [y.] otro de los aspectos clave del diseño de este modelo es que el recorrido se realiza en sentido ascendente, esto se debe a la pretensión de salvar la altura de la bañera de modo que esta no se viese en sus dimensiones reales [x.] el agua llega al borde de la bañera rebasando por su perimetro, canalizada en todos sus bordes menos en el borde frontal, de este modo el agua que cubre baña la superficie de chapa de acero negro, lo que produce la enmascaración del único lateral visto de la bañera


[a.] sistema de cubierta compuesto por una chapa metálica de 4mm sobre 60mm de aislamiento térmico y chapa lamina de acero negra decapada de 8mm de espesor en la cara interior/ 175m tubo de riego negro de  Ø16mm [b.] envolvente de fachada: persiana alicantina x2 con las juntas en direcciones opuestas [c.] estructura: perfiles de acero de 80x80mm y 5mm de espesor y travesaños de 80x40mm de acero y 50mm de espesor [d.] bañera formado por chapa de acero inoxidable negra de 10mm y perfiles metálicos de 40x20mm y una carpintería de aluminio con una lámina de vidrio de 12mm [e.] pavimento: entramado de listones de madera 30x20mm

{sala de juegos/estar}

 

/tradicionalmente, la chimenea ha sido un elemento arquitectónico alrededor del cual las personas se reunían, buscando el confort que esta les ofrecía los días fríos. De esta forma, el cuarto modelo arquitectónico propone un espacio en el cual se puede disfrutar de un clima confortable tanto en verano con en invierno. Esto se debe a una envolvente térmica compuesta por dos capas y una cámara de aire que retiene o expulsa el calor según la necesidad, actuando como una chimenea solar. En verano, el flujo de aire asciende hasta salir por la apertura superior, mientras que en invierno la envolvente retiene el calor, generando un perímetro de aire caliente.

Por otro lado, igual que sucede en el elemento arquitectónico original, el espacio de entrada produce una compresión espacial que da paso a una apertura superior, de este modo se potencia la altura del propio modelo. Esta apertura permite ver realizada la ensoñación del niño que se asomaba al interior de la chimenea tratando de alcanzar a ver el cielo al fin de su conducto de salida/


[a.] envolvente - sistema de fachada. capa exterior: policarbonato celular transparente de 24mm, cámara de aire de 100mm, capa interior: bastidor formado por entramado de listones de madera de 30x20mm cubierto en cambas caras por una lámina de tela arpillera de yute de color blanco roto [435gr/m exterior, 280gr/m interior] [b.] estructura: montantes formados por una sección de 4xlistones de madera de 40x40mm de 1m de longitud y unidos entre sí por un pletina de acero de 5mm [c.] cerramiento superior: carpintería de aluminio y placa de policarbonato compacto transparente [d.] pavimento: listones de madera de 40x20mm sobre rastreles de madera de 80x40mm [e.] vigas formadas por 3xlistones de 60x40mm superpuestas unidas entre sí por 2xlistones de 120x30mm de canto y placas de anclaje en sus extremos y en el centro apoyadas sobre murete de hormigón con huecos redondos de Ø180mm [f.] chimenea reconstruida con hormigón [molde de madera corte CNC]

05. {bañera. luz, aroma y color}


 

/finalmente, el último ejercicio realizado dentro del marco del Trabajo Fin de Máster es la construcción de uno de los modelos tratados con anterioridad a escala real. Esto es, se construye un modelo adaptado a las medidas de un niño pequeño, de modo que la dimensión del espacio y sus proporciones le permitiría recorrer todos sus paramentos interiores, modificarlos y jugar con la apertura y cierre de planos para interactuar, así, con las condiciones físicas y climáticas del entorno más inmediato: desde los olivos circundantes hasta el propio soleamiento o la dirección del viento.  

En definitiva, en este ejercicio subyace la intención de repensar el propio diseño de los elementos comunes, e incluso a veces banales, que encontramos en nuestro entorno arquitectónico, especialmente en nuestra vivienda. Para ello, se parte de la imagen recuperada de un niño fascinado ante los reflejos de un charco en el patio de casa de sus abuelos debido al poder de este para captar todo aquello cuanto allí sucedía: las gotas de lluvia sobre la lámina de agua, el reflejo de la ventana y las plantas de la repisa, o incluso el mecer de las hojas que caían a causa de la lluvia y el viento; así como el continuo goteo del grifo averiado del baño de esta misma casa. Estos recuerdos nos ayudan a recuperar sensaciones primarias y esenciales que a menudo pasan desapercibidas para un adulto, pero nunca para un niño. De este modo, y gracias, en cierto modo, a los ‘fallos’ constructivos o de diseño que permitían que se formara un pequeño charco en el patio y que el grifo goteara debido a la acumulación de partículas que impedían su correcto cierre, surge un espacio pensado para albergar, de nuevo, la ensoñación de un niño, ahora con la visión de un arquitecto.

De esta forma, se transforma un elemento arquitectónico común —la bañera— en un captador de reflejos generados por la difracción de la luz que incide sobre un volumen de agua. Se produce un juego de luces y sombras que llevan al espectador a interactuar con el espacio en el que se encuentra. Luz y contraluz. Reflejos. Penumbra. Colores. Y hasta el arcoíris tiene lugar aquí. El baño se convierte así en una experiencia cognitiva y sensorial. La superposición de persianas de pie a la distorsión de los planos interiores. A todo ello se suma el suave sonido del mecer de las persianas y de los olivos circundantes; así como también, la brisa que atraviesa las lamas de la persiana transporta el aroma de las plantas vernáculas —lavanda y romero— que flanquean la construcción en sus caras este y oeste, principal dirección del viento en esta ubicación/

construcción 1:1_ reinterpretación de la bañera y su contexto espacial

Funcionamiento_ Tanto por la noche como por la mañana temprano, debido a la humedad del ambiente, el rocío condensa una lámina de agua en la cubierta. De este modo, el agua queda almacenada en la parte superior de la misma para, a través de una pequeña perforación en el centro del vano sobre la bañera, gotear continuamente con un ritmo que varía dependiendo de la acumulación de agua. Asimismo, debido a la naturaleza experimental del proyecto, este modelo sirve así de laboratorio en el cual se puede experimentar con la luz y el color, así como con el movimiento de planos y de la propia lámina de agua con el objetivo de obtener diversos resultados que potencien o intensifiquen la experiencia del baño: se han realizado pruebas instalando un velo naranja entre las dos láminas de persianas con el propósito de equilibrar la luz azulada del ambiente antes del amanecer y después del atardecer; se ha tintado el agua de color azul y de color naranja por esta misma razón, equilibrio de color de la luz en el interior; y, por otro lado, se ha modificado la cantidad y el paso de agua para jugar así con el ritmo de goteo.

1.

d. /mesa camilla/

h. /espacio unificado/

· mnemo-tectura ·



 / disección de la memoria como herramienta proyectual /

5.

vídeo de ensayo de laboratorio virtual_ 1.reflejo de luz natural sobre lámina de agua 2.espacio con apertura cenital para estudio de la entrada de luz y recorrido solar

a. /mesa camilla/

/el balcón puede ser considerado el paradigma de la interacción social dentro de los elementos que componen un edificio. Desde sus orígenes, su función ha sido la de ofrecer un espacio de relación con el entorno inmediato, un elemento de comunicación. Asimismo, este permite la relación de dos —o más— personas que se hallan en sendas viviendas, como es el caso de las dos personas mayores, hermanos, que viven frente a mi casa. Desde su posición en altura mantienen largas y tendidas conversaciones, a la par que controlan todo cuanto sucede en el barrio. 

No obstante, acostumbrado a vivir en un ático alejado de la vista de cualquier otro balcón cercano, mudarme a un primero supuso una amenaza contra mi intimidad. Lo que antes era sinónimo de libertad cuasi absoluta, de pronto se tornó en un espacio residual debido a la intimidación que ejercía el resto de balcones y ventanas frente a mí/ 

/cuando eres una persona que ha crecido en el levante español, puedes caer en el enorme error de infravalorar la luz solar de la que disfrutamo; hasta que invitas a un amigo alemán a comer a casa un 3 de enero y te obliga a comer en el balcón. No importaba estar en invierno ni carecer de mesa, lo que importaba es que hacía sol y estábamos a 20 grados. 

Tuvo que pasar un año hasta vivir yo en Alemania, donde el área de descanso en mi casa o del café variaba según el momento del día en el que se produjese, esta cambiaba según la ventana por la que incidiese el sol en ese momento/

2.

3.

f. /mesa camilla/ espacio para aromas/ cobijo/

· B ·

líneas horizontales. puntos. contraluz

· E ·

líneas verticales. puntos. luz y sombra

· H ·

nocturnidad. patrón de ondas

g. /espacio cenital nocturno/

/vivir en un edificio de 8 plantas en una zona en la que los edificios no superan la cuarta altura, ofrece la maravillosa oportunidad de tener un horizonte despejado, sin nada que se entrometa entre tu terraza y el cielo nocturno. Todavía puedo sentir el frío en mi cuerpo de las noches de verano que subía a la terraza con mi vecino y su padre a ver la lluvia de perseidas. Una esterilla, una toalla para el frío y una larga noche tumbados dirección noreste con el objetivo de sumar del mayor número de avistamiento de meteoros posible y ganar, así, a mis dos acompañantes/

*.

/si hubiese que otorgarle la forma de un elemento cotidiano a una máquina capaz de parar el tiempo, esta sería sin duda la de una mesa camilla. Esta ha pasado de ser el centro de las salas de estar a arquetipo en peligro de extinción. Desde bien pequeño tengo el recuerdo de la mesa de casa de mis abuelos: las incontables partidas de parchís que jugábamos en torno a esta ajenos al paso de las horas, las fotos y estampas que guardaba mi abuela bajo el cristal redondo que protegía el tapete de ganchillo, o las comidas familiares que se daban gracias a la posibilidad de extenderse para acoger a toda la familia. No obstante, no solo tengo recuerdos por lo que sucedía sobre su superficie superior. Bajo las sallas que la envolvían encontraba un lugar perfecto para esconderme y jugar al cobijo de la estructura de madera cubierta por esas pesadas y gruesas telas. Una cabaña improvisada que ofrecía protección/

/la casa de mis abuelos era, además, el lugar más aromático del mundo. En el patio tenían uno o dos ejemplares de las plantas que frecuentemente mi abuela usaba como condimento en la comida: romero, tomillo, o perejil. Además, recuerdo especialmente el aroma a lavanda, pues mi abuela preparaba un ambientador refrescante a partir de esta planta. Recuerdo abrir la ventana de la cocina que daba al patio y recibir, súbitamente, una mezcla de aromas que invadían toda la casa/

1.

5.

b. /sofá/

2.

4.

scroll down para más texto

/el uso de aparatos eléctricos con el fín de calentar la vivienda en invierno ha relegado la chimenea a un mero espacio residual, su función se limita ahora a albergar y exponer las fotos y recuerdos familiares e, incluso en navidad, supone, por su aspecto físico, un lugar idóneo para colocar el belén: la chimenea —espacio que habitualmente albergaba retratos familiares y numerosos recuerdos materiales— acogía una representación de la natividad un tanto particular, pues en ella se encontraban figuritas de distinta procedencia y materialidad. estas figuras, colocadas sobre la chimenea —tablero de juegos—, reflejaban una tensión intersticial, pues carecían de interacción entre sí. Hasta que se convertían en marionetas bajo mi control. de este modo me apropiaba del espacio, que se convertía así en una mesa de juegos. la chimenea, el elemento arquitectónico en torno al cual las familias solían reunirse, pasaba a ser un lugar invadido, habitado/

· C ·

dibujo de luz

· F ·

conexión. relación con el entorno

· I ·

brisa. aromas vernáculos

3.

e. /espacio cenital nocturno/

*vídeo_ puede tardar unos segundos en cargarse. reproducción automática

*versión de modelo anterior

*versión de modelo anterior

00. {antecedentes}

'Mnemotectura' es la continuación en la lógica de un proceso de investigación y exploración personal iniciado, un año atrás, con el Trabajo Fin de Grado, 'Elements of Therapeutic Architecture. Taller SWAIP'. En este TFG se propone insta a ver la arquitectura como una herramienta capaz de estimular cognitiva y sensorialmente a las personas que viven con la enfermedad de Azlheimer.

Elements of Therapeutic Architecture ~

/consideraciones previas/

 

[1.] esperar unos segundos para que la web cargue correctamente

*versión de modelo anterior

1. /mesa camilla/

2. /mirador a perseo/

3. /agua como lente fenoménica/

4. /cobijo/

5. /aromas vernáculos/

*. /mirador al castillo/

/prueba de simulación de agua/

lluvia y chorro de agua mediante caño

05.

/análisis del flujo de aire en las dos posiciones/

~ simulación ~

02.

03.

06.

07.

04.

01. /mirador a perseo/

02. /diafragma/ parasol/

03. /ventana para cielo nocturno/

04. /captador y enfriador de brisas/

05. /mirador al castillo/ espacio contemplativo/

06. /espacio acolchado/ espacio cenital/

07. /camino de ascenso/ factor sorpresa

01.