NO Estudio

Lo que resulta curioso es reflexionar cómo es posible que los músicos le rindan homenaje a una ética de la laboriosidad sin límites durante más de 200 años con métodos de formación anacrónicos. ¿por qué, si el habitus conservatorial puede resultar opresivo y mutilar la figura del performer para producir un ideal de performance helada, parece mantener tanta vigencia en el mundo occidentalizado desde hace casi dos siglos?¿por qué continúa imperante un sistema que produce una reserva de músicos de élite y preserva el capital cultural exclusivamente de un grupo minoritario? En síntesis, reflexionar sobre los motivos que posibilitan la manutención de un sistema de poderes sustentado en opresión y mutilación. 

Entre las cualidades indispensables que debe poseer el pianista para superar lo mediocre, una de las más necesarias es la certera y regular fluidez de los dedos, incluso en el movimiento más rápido, y significa que todo estudiante debe desarrollarla lo antes posible. Sólo cuando el pianista tenga a su disposición todo el grado de rapidez podrá realizar las demás partes de la performance con verdadera perfección, así como la flexibilidad de la lengua es una condición importante para expresarse bien en un idioma.

Carl Czerny, Die Schule der Geläufigkeit.

 

Las palabras escuchadas, fijadas en la memoria y repetidas trascendieron el tiempo porque interpelaron lo profundo de cada uno de los individuos, se colocan sobre el contacto físico llegando más allá de los oídos, inundando al cuerpo, los músculos y huesos para dominar sus movimientos, sus golpes rítmicos previeron la temblorosidad de la mano en quasi performando -el movimiento del cuerpo a punto de performar. A veces el poderoso se olvida del poder que guarda en sí, “hablar es ejercer una voluntad de poder: en el terreno de la palabra, no hay lugar para ninguna inocencia, para ninguna seguridad” (BARTHES, 1986, p. 315). Y en la relación enseñante-aprendiz la voz del poder puede transformar el saber-hacer y la re-formación del aprendiz: ahí está su capacidad creadora.

 

Aunque se trate de dar una, o varias, respuestas utilizando teorías sobre la reproducción cultural y el poder, esto no sería suficiente porque el saber-hacer del músico no está determinado exclusivamente por estructuras socioculturales, sino que también es estructurante en el sentido que tiene agencia -poder de acción- para cambiar las estructuras que habita. Tal vez en ese punto radica uno de los más profundos motivos que hacen con que músicos continúen vinculándose al sistema imperante, insistiendo en la permanencia: porque se confía en la capacidad, agencia, de poder modificar las estructuras que son habitadas. Esta modificación puede darse desde la perspectiva del perfeccionamiento constante, pero también de la crítica y el reformismo desde el interior del sistema.

 

NO Estudio

Utilizar el ‘no’ como un elemento estructurante nos lleva por diversos caminos de reflexión. Mi amor por las palabras no se limita al interés etimológico, también me incita a transitar territorios de ambiguidad. No Estudio, en español, puede ser una afirmación, una protesta frente al Estudio, un momento para reflexionar sobre el poder de las jerarquías en el desarrollo educativo conservatorial. En este punto el ‘no’ es una postura autoafirmativa, una determinación que es asumida por el performer como camino para contravenir el habitus conservatorial.


Pero también puede ser un estudio sobre el ‘no’, sobre las implicaciones que tiene en las personas, el poder demoledor de esas dos letras, y las estrategias que se usan para ocultarlo, en la broma, en el rodeo, en las hiperbólicas comparaciones. No es gratuito que el ‘no’, explicito o soslayado, sea una constante en los testimonios recogidos. Con el No-Estudio propongo también pensar en el desafío constante que tiene el aprendiz para enfrentar sus propias inseguridades alimentadas por oleadas de ‘nos’ que son naturalizadas y absorbidas como maneras sutiles de demostrar cuanto creían en nosotros con frases que no replicaríamos jamás en nuestros estudiantes, como lo coloca uno de mis testimonios. No-Estudio puede verse como el retrato de un moto perpetuo donde variaciones de ‘no’ se presentan como adversidades que el aprendiz, performer, encuentra en su camino, y como pese a ello continúa en este.


En portugués, mi segunda lengua, No Estudio nos sitúa en un lugar: estar en el estudio de grabación, un espacio donde se consagra (o se inventa) la perfección en la performance y que ha moldado profundamente nuestra relación con la performance en vivo e incluso con los ideales de buen performer, virtuoso. La estética de la perfección se la debemos a la ideología industrial del trabajo que permeó todos los aspectos de la vida occidentalizada (WEHMEYER, 1981), conduciéndonos a un imaginario de performance sin errores, perfecta, obtenida como resultado de un gran trabajo y dedicación: un virtuoso perfecto, donde el error no tiene lugar, tal como acontece con las grabaciones.

El último estudio del libro Noveau Gradus ad Parnassus (nuevo Gradus Ad Parnassus) Op.822 de Carl Czerny, es un tema con treinta y dos variaciones que utilizan diferentes desafíos técnicos para cada una de las variaciones, desafíos trabajados a lo largo del libro ¿será este último estudio el Parnaso pretendido? tomar el último estudio era una referencia al ideal: el parnassum, el virtuosismo, al que se llegaría luego de atravesar el Gradus. Al final ¿No es esto que está siendo sugerido cuando se titula un libro como Gradus ad parnassum?

 

Reconociendo la obra musical como mucho más que aquello que está escrito en el texto (partitura), este módulo se concentra en vinculaciones virtuales tejidas entre este estudio y mi experiencia de vida musical compartida con otros colegas. Con esto en mente, se recurrió a hacer una encuesta informal con diferentes instrumentistas de las diversas instituciones de las que he hecho parte para saber qué tipo de experiencias desafiadoras habrían sido sorteadas a lo largo de la carrera formativa. De estos diálogos se recolectaron más de cuarenta testimonios que serán mantenidos en anonimato en los que su gran mayoría orbitan alrededor de un mismo tema: fueron incentivados por sus instructores y colegas a desistir de la práctica musical. Esto resulta paradójico cuando consideramos que es el medio académico el que debería funcionar como principal propulsor de los estudiantes, pero cada individuo presenta su caso con particularidades, variaciones, como violencia verbal, psicológica y señalamientos.

El resultado de la recolección de testimonios fue un mosaico en movimiento, diferentes timbres, voces, colores, palabras; diferentes verbos, adjetivos, adverbios, sustantivos. Particularmente, encontré una constante: un ‘no’ rotundo que clasifica como un tema dentro de una pieza de tema con variaciones. Las variaciones están en cada uno delos individuos. Este módulo creativo abraza el concepto unificador de los estudios de técnica y el camino al virtuosismo, gradus ad parnassum, con el ‘no’: NO-Estudio. En este, las voces y palabras recolectadas fueron organizadas a manera de instalación de video. Este constructo se articula con la performance en tiempo real del Grand Etude Op. 822 n.46, tema y variaciones. A manera de sinécdoque del incansable proceso educativo, de la compleja experiencia del aprendiz musical, la performance en vivo del Estudio final del Noveau Gradus ad Parnassum de Czerny no estudiada se ve interrumpida por las voces, como pasa en la intimidad del aula o de la práctica, las manos trémulas escuchan el NO en diversas variaciones, no obstante, vuelven al instrumento, de nuevo en la siguiente variación del tema del estudio.

 

Una educación inmoralmente ética en la música es posible desde que esté orientada hacia la construcción y respeto por la ética individual y sobre todo el desarrollo de una mentalidad crítica y reflexiva frente a la tradición, teniéndola como punto de contacto entre los individuos, instituciones y constructos sociales. Aunque este sería un escenario muy deseable, prevalece en la educación musical la pedagogía moralista del error y acierto, del abordaje mecánico y los dogmas musicales que conforman el habitus conservatorial y la ética de valores Werktreue. Con esto, se presuponen actitudes hacia objetos, agencias y constructos: obras, tradición, performance, concierto, enseñanza, etc.