Obra: Flujos en retorno

Obra: Evolución de una partida

Obra: No eres perenne

Obra: Paisajes metamórficos

Ciclo de obras evolutivas con vivientes

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 Biopoéticas/bioarte
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En esta página se identifican las etapas y los ciclos de proyectos de producción propia. Las instancias de confinamiento, adaptación, desarrollo y ocaso/ruina están desarmadas para fines prácticos, de manera de entender cómo funcionan los procesos evolutivos en las biopoéticas.

Site-specific, Residencia Nuvem da Arte e Tecnologia, Visconde de Mauá, RJ, Brasil, 2013


La obra consistió en extraer la energía de la tierra mediante celdas microbianas terrestres DIY construidas en forma de ladrillos realizados a partir de plástico biodegradable, barro y desechos orgánicos. Con el trascurso del tiempo, las bacterias presentes en las celdas empezaron a accionar metabolizando el sustrato orgánico interno de los ladrillos. De esta forma, tuvo lugar un proceso de descomposición y proliferación de más cantidad de dichos microorganismos. Esto produjo una evolución energética, al incrementarse el voltaje a partir del proceso electroquímico generado en las celdas microbianas. Para favorecer su desarrollo, el sistema contó con un tornillo de Arquímedes, mecanismo responsable de humidificar los ladrillos para la correcta interconexión de los electrodos, pero también para posibilitar el regreso al estado de naturaleza de los elementos utilizados para la construcción. El agua contribuyó a la conductividad del proceso, a la proliferación y mantención de los hongos y bacterias y, asimismo, a la desintegración de los ladrillos, produciendo un cierre de ciclo al quedar finalmente borrada la huella de la obra.

Instalación evolutiva, Programa Interactivos-16, Medialab-Prado, Madrid, 2016


Proyecto realizado con la colaboración de Le Pije, Hamilton Mestizo, Fran Quero, Leo Nuñez, Chris Sugrue y Marc Dusseiller

 

Instalación mecánica-orgánica que relata el desvanecimiento, la debilidad y la transformación de la materia mediante comunidades de microorganismos que se comunican, degradan e interactúan mediante datos digitales. A través de procesos degenerativos, este dispositivo maquínico permite visualizar los procesos de muerte, génesis y recomposición acaecidos en el ciclo de la materia a partir de los diálogos y comportamientos de adaptación de los ámbitos artificiales creados para el desarrollo de micromundos. El accionar comienza en una pequeña caja en la que es posible observar un fruto en proceso de descomposición mediante una webcam que registra los cambios producidos. A través de programación digital, la cámara extrae una fotografía de la zona afectada del fruto y la compara con la anterior, para diferenciar cuántos cambios de color se produjeron. Estos datos digitales son los que modifican la segunda caja, denominada matriz. Esta nueva caja (output), contiene una reproducción cromática orgánica de una porción de la imagen inicial de la zona afectada, la que fue realizada con cuadrados de hojas de árboles en diferentes grados de oxidación, a modo de píxeles. Dentro de la caja pueden observarse tres dispositivos electrónicos que son los responsables de recibir la información de la caja 1 (input) y, a su vez, representan los principales elementos erosionadores de la naturaleza: el viento, el agua y el calor. Para ello, se utilizó un cooler, un humidificador y un calentador que fueron activados a partir de los cambios de color que se producen en el inputVer más

Site-specific, Residencia Artistica Mutuca, Belo Horizonte, Brasil, 2013


La instalación es una representación de cómo el hombre desnaturaliza su ambiente a partir de la contaminación de sus recursos hídricos y la sobreexplotación de recursos naturales de manera no sustentable. Además, refleja cómo ello conlleva la misma destrucción de la especie, buscando generar una reflexión sobre el consumo responsable del ambiente  que habitamos.


Para realizar esta instalación se confeccionaron objetos de plástico biodegradable con morfología humana que flotaron en el río Preto, donde fue llevada a cabo la obra. Los mismos, a partir de dispositivos electrónicos, fueron los encargados de recolectar energía del agua mediante la incorporación de celdas microbianas en su interior. Esta energía fue utilizada para activar sistemas lumínicos que, estando ubicados en las entrañas de los muñecos, generaron un sobrecalentamiento del plástico y la consecuente aceleración de su descomposición. A mayor energía recolectada (más extracción de recursos naturales), más contaminación y, por ende, mayor velocidad de degradación de los objetos (símbolos de la humanidad). La obra se constituyó como una metáfora de la debilidad del ser humano a partir de su mal accionar con su ambiente, junto a las consecuencias que conlleva la sobreexplotación: quedó agónico, abatido y deshecho.

Instalación evolutiva fúngica, Universidad Nacional de Tres de Febrero, Buenos Aires, Argentina, 2019


En coautoría con Laura Palavecino. Desarrollado con el apoyo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero


Instalación conformada por una plataforma en la que conviven cultivos de hongos junto con criaturas encastradas de animales y seres híbridos que se iluminan de acuerdo con índices de supervivencia. Está conformada por relieves topográficos realizados mediante micelio vivo de la especie Pleurotus ostratus y cultivados a partir de aserrín que funciona como alimento para posibilitar el crecimiento continuo. Los paisajes vivos están ubicados dentro de un contenedor de acrílico a modo de incubadora que dispone de un sistema de dispositivos electrónicos de control. Este sistema verifica la temperatura y la humedad tanto del microambiente como de los seres vivos. Además, evalúa la pertinencia de accionar el sistema humidificador reactor que compensa los cambios ambientales externos para que los ecosistemas internos se desarrollen con las condiciones óptimas.La obra se plantea desde un corrimiento conceptual del antropocentrismo, haciendo foco en los ecosistemas no-humanos y en sus adaptaciones a las acciones de la especie humana. Se trabaja dentro del paradigma de la Tercera Naturaleza propuesto por Anna Tsing (2021), en la que la misma se vuelve resiliente a los parámetros del capitalismo salvaje. De esta manera, mediante organismos vivos adaptados en el mundo real, se genera una representación artística variable temporalmente acorde a las condiciones del espacio expositivo. Ver más

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Instancias procesuales 

Confinamiento

Confinamiento de la materia orgánica (residuos vegetales de cocina y hojarasca de pino) en forma de bloque/ladrillo, mediante barro y biocompuestos como medio de aglutinación. Como artista, me constituyo como activa y la materia se constituye como pasiva.

Como primer paso de Evolución de una partida, se generó una matriz con hojas de árboles en diferentes estadios de oxidación y se colocó un bioplástico de gelatina en su superficie. La materia orgánica fue insertada en un dispositivo con morfología geometrizada.

Se crearon objetos de biomateriales a base de maíz y fibra de banana mediante moldes

En un primer momento, se utilizaron moldes de yeso realizados a partir de positivos en arcilla para hacer relieves con micelio de hongo. Este fue mezclado con sustrato orgánico (alimento) para que los organismos fúngicos crecieran con la morfología del molde.

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Adaptación

Adaptación de la materia orgánica a su nueva morfología. Todos los agentes empiezan a entrelazarse y a afectarse entre sí. La materia vibrante (Bennet 2010) se manifiesta, generándose tejidos multiespecie.

En muchas ocasiones la etapa de adaptación de la materia es invisible al ojo humano. A veces, percibimos una breve pausa de reacomodamiento a las nuevas condiciones, para que luego la materia vuelva a actuar y continúe su desarrollo en la etapa siguiente. En esta instancia empiezan a desarrollarse infecciones inter-agentes que tejen narrativas, las que se aprecian en la etapa de desarrollo ulterior.

Los objetos fueron convertidos en celdas de combustible microbiano aprovechando los microorganismos presentes en el agua del río donde fueron emplazados. La adaptación, en este caso, puede medirse mediante un voltímetro para conocer la actividad energética que van generando las bacterias.

El índice de adaptación del hongo al ambiente de exhibición fue la instancia posterior de desarrollo.

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Desarrollo

Desarrollo y performancia de la materia viva. Paulatinamente, el condicionamiento inicial se pierde y las morfologías humanas se van deshaciendo. Los actantes (Latour 2008) accionan y se generan redes en constante devenir-con (Haraway 2019).

Al no trabajar en ambiente estéril y al utilizar materialidades húmedas, diversos hongos y microorganismos aparecen por generación espontánea sobre la matriz geométrica. Las hojas orgánicas funcionan como alimento y materia a degradar, a su vez que generan el surgimiento de otros microorganismos que en su interior poseían. Los límites cromáticos y físicos van desapareciendo y los conjuntos polifónicos (Tsing 2021) se hacen observables.

El desarrollo y plenitud de la obra sucede cuando se registran los mayores voltajes producto de las celdas de combustible. Las temporalidades múltiples se pueden cuantificar mediante mediciones.

Durante el desarrollo, el hongo se expande más allá de todo condicionamiento humano: toma como alimento a metabolizar las figuras de animales de madera y los dispositivos electrónicos de sensado que regulan el microambiente y facilitan las condiciones de humedad y temperatura del organismo.

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Ocaso y ruina

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Con el transcurso del tiempo, los vivientes actúan y van eliminando los rastros humanos. Se genera una superficie degradada con coloraciones propias de la podredumbre. Este ocaso antropocéntrico corresponde al auge de los microorganismos, etapa en la cual podemos observar la metamorfosis (Coccia 2021) de la materia y el inicio de una plenitud alternativa donde suceden diversas muertes.

La agencia material desintegra los restos humanos y se empieza a percibir el ocaso de la obra. Cabe destacar que este cambio de dirección (de plenitud y explosión a decadencia y muerte) es totamente antropocentrista. La materia sigue su ciclo y "sólo cambia el espacio donde se despliega" (Coccia 2021: 90).

Los elementos con morfología humana se empiezan a degradar, haciéndose parte del medio líquido para terminar convertidos en alimento de otros organismos del hábitat acuático.

El ocaso antropocéntrico de la obra sucede cuando ya el desarrollo del hongo se ralentiza y aparecen otros hongos ambientales responsables de la pudrición de la materia orgánica y húmeda. Ya casi no se perciben los condicionamientos humanos iniciales y la obra empieza a emanar olor. Aparece la contaminación de especies diversas y nuevos ecosistemas a partir de la decadencia de los iniciales.