La pregunta que reúne a las notas en este cuaderno dice así:
¿Existe un enfoque, principio o disposición de la investigación artística que dé unidad a los elementos heterogéneos que la conforman (diferentes procedencias disciplinares y de realidad epistemológica), que le confiera carácter propio?
Se retoma aquí la propuesta acerca del amor y, específicamente, del eros, entendido como disposición frente a lo que se quiere investigar (Gómez, 2024), añadiendo que esta disposición amorosa expresada en vías artísticas es también la fuerza que reúne todos los aspectos de la investigación para darle coherencia y forma. Se quiere preguntar por el proceder de esa disposición amorosa, es decir, el acto específico o la manera en la que se hace efectiva la unidad erótica; se trata de hallar el cómo se efectúa tal operación investigativa unificadora que tendrá resultados estéticos, aunque esta búsqueda no resulte conclusiva.
Ese proceder, se propone aquí, es el especulativo, entendido, primero, como acción del pensamiento (me refiero a la especulación filosófica), con el fin de hallar la descripción de lo que sería una especulación estética, es decir, aquella que consideraría al acto de creación como parte del proceso del pensar. La acción especulativa estética sería el proceder investigativo del amor que une la dimensión poiética (creativa-imaginativa) y la gnoseológica en la investigación en las artes.
Este trabajo se presenta como conjunto de anotaciones que tejen reflexión con procesos discursivos y prácticos en torno a la pregunta sobre cómo reconocer esa especulación estética; lo que aquí está expuesto aún no tiene capacidad de dar respuesta y apunta más bien a delimitar la pregunta.
El formato ‘cuaderno de notas’ expresa que se trata de una investigación en proceso que va estructurando un panorama de intereses que ayude, en un futuro cercano, a responder de forma sistemática a la cuestión. Por ahora, se arrojan notas que nacen de observar y ejecutar una práctica artística.
Al mismo tiempo, y antes que responder definitivamente al problema de la especulación, el deseo es que la práctica propia, la coreográfica, sea la que exprese las preguntas, proponiendo maneras de formularlas (de darles forma) para presentarlas estéticamente.
Los elementos que me hacen intuir una especulación estética aparecen en mi práctica, pero no están enunciadas en ella: ¿no sería más justo decir que la práctica hecha en diálogo con la reflexión acerca de la capacidad de la coreografía de unir diversos lenguajes en su performance ha dado lugar para preguntarme si ese proceder no es sino el especulativo? Y, en caso de que lo sea, ¿ese proceder es extensivo a otros medios artísticos donde ocurre también la investigación?
El recurso gráfico a las ‘notas al margen’ se da por la necesidad de mostrar que el texto no tiene un desarrollo argumental, sino que reúne ideas en torno a la especulación, con la intención de unificarlas (de unir y desunir sus partes) por medio del ensayo y, en gran medida, por medio de quien lee. Práctica escritural performativa (que halla sentido mientras acontece) y práctica coreográfica se ponen aquí al servicio del pensar sobre la especulación en los procesos de creación y de investigación.
Todo el esfuerzo realizado se atraviesa transversalmente de la cuestión dual acerca de cómo conocemos y cómo sabemos que lo que conocemos es verdad. Si bien no es mi propósito responder qué es la verdad, sí parto de la pregunta sobre ella, es decir, sobre la verdad de las cosas y del mundo. Es esta pregunta, con larga trayectoria dentro de la historia de la filosofía, la que impulsa aquí la búsqueda de la relación entre arte y especulación; una necesidad de verdad —un eros— que se expresa en enunciados conceptuales y estéticos impulsa la escritura de este texto.
CUADERNO DE NOTAS
S. GÓMEZ

